martes, 19 de julio de 2011

Treinta y nueve

J. y yo nos hemos ido a vivir juntos. Me levanto con J., desayuno con J., voy al Gym con J., como con J., salgo a tomarme una caña despues del curro con J., ceno con J., veo la tele con J., me acuesto con J. y duermo con J. Basicamente hago lo mismo k hacia antes de vivir con J. Tan solo hemos añadido algunas tareas domesticas sin importancia: preparamos el desayuno; compramos el pan; tiramos la ropa sucia al suelo y al dia siguiente la echamos al cesto; ponemos la lavadora, tendemos, recogemos lo tendido, doblamos y metemos la ropa limpia en los armarios; planchamos; compramos comida, productos de limpieza y cosas diversas; preparamos la comida, preparamos la cena, recogemos la mesa, fregamos la vajilla; limpiamos el polvo;  barremos y fregamos los suelos y limpiamos el baño;hacemos la cama, ordenamos la mesa del ordenador, y tiramos la basura. No hacemos todo todos los dias, ni mucho menos... ni sikiera una vez a la semana... Y, sin embargo, me he dado cuenta de k... esas cosas sin importancia me han obligado a reducir las horas k dedicaba a navegar por la red, a chatear, a bloguear, a leer comics, a ver pelis y series en la tele... Ahora, ya no mee pregunto si sera verdad ese dicho popular k tanto dice mi abuela: Te casaste, la cagaste... Burt Lancaster...
;-)